No es sencillo alcanzar el siglo, pero aún más difícil es dejarlo atrás por eso Amparo Hernández, nacida en Cerri, se llenó de alegría y gratitud en su festejo de 101 años. La acompañaron sus dos hijos Néstor y Nora Grossi y también participaron sus nietos (tiene 5) y sus bisnietos (son 7).
Entre sándwiches, bocaditos dulces y otras exquisiteces, la jovial bisabuela repasó anécdotas y sopló las velitas. Además dijo irónicamente “yo cumplo 68 años”.
Muchos recuerdos, muchas etapas vividas, pero la mujer sigue siendo espontánea, parte de la clave de su longevidad, ser solidaria y bueno con los demás, mantenerse tranquila y ocupada; ése fue su secreto y lo sigue demostrando.