La historia de Seiko es asombrosa y de película. Es un perro raza bloodhound, tiene 3 años y se crió en Hinojo, cerca de Olavarría.
Un can que estuvo en algunos operativos de rescate y búsqueda de personas, como el de Katherine Moscoso en Monte Hermoso en 2015.
Sin embargo hace 7 meses, se escapó de su hogar en la que vive con su dueño Sergio Nuñez. Desde ese día comenzó la búsqueda, distintos organizaciones mascoteras, publicaciones en redes sociales, pero ninguna daba información sobre su paradero.
En algún momento el dueño empezó a rendirse, hasta que la vida le dio una señal. “En Bahía Blanca hay un perro muy similar”
Seiko había estado deambulando por la zona del Hospital Italiano durante 3 meses, desorientado.
Cómo llegó, no se sabe, pero a esta altura poco importa. Porque varios bahienses se comprometieron y ayudaron a su dueño.
Como la comunidad educativa de la Escuela 8, que ayudó, reteniéndolo y avisando a su dueño, además de darle afecto (que tanto necesitaba)
A 48 horas del día del animal, Sergio y Seiko, se volvieron a reencontrar. Salió unió 300 km, salió de su trabajo y no lo dudo llegó a la veterinaria de Rivadavia al 1.400, lugar donde el can recibía las primeras curaciones, mientras esperaba a su dueño.
“Sei, Sei, Seiko” el llamado de su dueño. Otra vez cara a cara. Como hace 7 meses atrás. Su mejor amigo, su compañero, su perro.
De película, de no creer, para emocionarse y nunca bajar los brazos.