Comenzó 2016 como soldador metalúrgico y en pocos meses convirtió en un empresario de transporte en la provincia de Corrientes. Así de meteórico e inexplicable, para la fiscalía, fue el ascenso económico del único detenido por el transporte de casi una tonelada de marihuana por la ruta 3.
Cristian Gabriel Godoy Silva, es chileno, tiene 44 años y está preso en la cárcel de Saavedra. La justicia lo atrapó en enero después de mucho buscarlo. Es el propietario del camión Volkswagen amarillo, con la inscripción “El viejo Cristian”, que fue interceptado por el personal de Senasa en el control zoofitosanitario del partido de Villarino.
En el interior del vehículo encontraron 990 kilos de marihuana compactada en “ladrillos”. La droga estaba escondida detrás de bolsas de alimentos para perros.
La fiscalía sospecha que Godoy Silva es parte de “una organización criminal de envergadura dedicada al tráfico de estupefacientes”. Los investigadores se apoyan en el trabajo hecho por Gendarmería y en distintas escuchas telefónicas para sostener esta acusación.
Hay cosas de la vida de Godoy Silva que, para la fiscalía federal que conduce el Dr. Antonio Castaño, son muy difíciles de explicar.
No se entiende como este hombre que, hasta abril del año pasado, trabajó como soldador para la firma CODAM en Neuquén, pudo comprar un camión, que en el mercado cuesta cerca de un millón de pesos y cuya transferencia concretó un día después de haber sido secuestrado por la justicia. Además adquirió mercadería por cerca de $200.000.
Los informes de la AFIP indican que “En el lapso de 3 meses, gastó un 910,15 % de la totalidad del dinero acreditado en sus cuentas bancarias en los últimos 9 años”. En otras palabras, en 90 días multiplicó por 10 lo que había ganado en casi una década.
Godoy Silva no quiso explicar cómo obtuvo el dinero que le cambió la vida. Los investigadores creen que el financiamiento llegó del negocio narco.
Tampoco dio precisiones sobre el chofer del camión que escapó corriendo del control del Senasa. El hombre que, en su apuro por escapar, dejó olvidados sus documentos para que la justicia pueda identificarlo rápidamente.
El chofer
Sergio Obdulio Acebes Galiano maneja el camión que llevaba la droga. A él lo frenaron en el control zoofitosanitario. Acebes Galiano aprovechó la falta de efectivos policiales para escapar caminando. Debajo de uno de los eucaliptus del predio donde se ubica el control lo esperaba un auto con varias personas. Se fue con ellos y todavía no lo pudieron encontrar.
Godoy Silva declaró en la justicia que no sabía que su camión se dirigía al sur del país. Aseguró que le había pedido a Acebes Galiano que le llevara una carga de alimento balanceado para perros desde Buenos Aires hasta Corrientes. “Yo no sé que es lo que pasó, que apareció acá”, dijo el único detenido.
El fiscal Castaño no le creyó y el juez López Da Silva tampoco. Por eso quedó procesado por el delito de tráfico de estupefacientes, le trabaron un embargo de un millón de pesos y seguirá preso en la cárcel de Saavedra.