Bahía

Suris se negó a declarar en la causa dónde se lo investiga por lavado de dinero

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Juan Ignacio Suris se negó a declarar en la causa donde se lo acusa de lavado de dinero.

El empresario bahiense está imputado de tener por lo menos 10 testaferros.

Suris estuvo pocos minutos en la sede del juzgado federal que conduce el Dr. Walter López Da Silva y luego fue trasladado nuevamente a la cárcel de Saavedra.

Los investigadores buscan reconstruir la ruta del dinero obtenido, supuestamente, a través del negocio de la facturación ilegal y de la droga.

La fiscalía cree que Suris contó con un grupo de “lavadores – ejecutores”. Esta figura es considerada vital para intervenir en las etapas más riesgosas del proceso de lavado, siempre bajo la dirección del verdadero propietario de los bienes.

El artículo 303 del Código penal prevé penas de 3 a 10 años de prisión y multas de 2 a 10 veces del monto de la operación realizada para quien reinserte en el sistema legal fondos que fueron obtenidos de manera ilícita. Si el valor de los elementos blanqueados es inferior a $300.000, la pena será de 6 meses a 3 años de prisión.

El listado

Son 10 las personas acusadas de registrar a su nombre bienes que habrían ido comprados con dinero aportado por Juan Suris:

Rogelio Alberto Chanquía: Es el contador de tres de las sociedades de Suris. Le extendió una cédula azul para manejar una camioneta Mitsubitsi L200 de más de $450.000. El auto estaba a nombre de Chanquía, pero Suris lo manejaba y pagaba el seguro.

Esa situación se repite con Alejandro Padelletti. Durante 2012 autorizó a Juan Suris y a Paula Wagner (pareja de Suris en ese momento) a conducir un Volkswagen Scirocco 2012. El auto cuesta más de 450 mil pesos y tiene una deuda de patentes de $88.000. Llama la atención de los investigadores que Padelletti no contaba con recursos para comprar un auto de esas características y sin embargo lo hace. Lo más llamativo es que en lugar de disfrutarlo, se lo cede a Juan Suris.

En el caso de Fabio Héctor Crucianelli, la fiscalía le endilga haber autorizado a Suris, el 3 de septiembre de 2009, a manejar un Mercedenz Benz cls 350. El auto está valuado en $480.000 y tiene una deuda de patentes de $224.000. Además la UIF (Unidad de Información Financiera) señaló a esta persona porque surgió un ROS (Registro de Operaciones Sospechosas) por haber recibido del Citibank 84 depósitos en efectivo en su cuenta corriente por un total de $504.801.

Otro de los apuntados es Víctor Mauricio Sánchez, que ya es investigado por lavado de activos. La UIF indicó que desde enero de 2013 a abril de 2014 recibió depósitos en su caja de ahorro del Banco Santander por $2.341.694 y no pudo justificar la procedencia de ese dinero. Además tuvo, por lo menos, 12 autos a su nombre sin tener una capacidad económica que permita realizar esas compras. Entre los autos que registró como de su propiedad se encuentran un Peugeot 206 2010, un Ford Fiesta Kinetic 2013, un Ford Focus Ghia 2011, un VW Bora 2011, un Fiat Siena 2011, VW Voyage 2010, un Chevrolet Corsa Classic 2007, un Fiat Uno Fire 2008 y un Renault Megane. Todos registrados en la provincia de La Rioja.

También un Fiat Siena asentado en la provincia de Santa Cruz.

La familia de Suris es una de las grandes protagonistas de la lista de presuntos testaferros que confeccionó la justicia. Allí aparecen su hermano y su ex mujer.

Guillermo Martín Suris, es investigado por tener registrados 6 autos, pero no poder demostrar cómo hizo para comprarlos. Los vehículos en cuestión son un VW Bora registrado en la provincia de Jujuy, un Peugeot 206 modelo 2007 que adeuda más de $40.000 en patentes a la provincia de Buenos Aires, un Audi A3 que le debe $17.000 al municipio bahiense, un Fiat Uno y un Volkswagen asentado en la provincia de Chubut.

También su ex pareja, Paula Wagner, está bajo la lupa de los investigadores. A ella le imputan tener a su nombre varios vehículos sin poseer una capacidad económica que pueda permitir esas compras. Los autos que inscribió como propios son una Chery Face 2012, un Peugeot 206 2006 que mantiene una deuda con ARBA de más de $23.000, un vehículo Mercedes Benz que le adeuda $6.000 al municipio bahiense y un Audi registrado en Lomas de Zamora.

El listado de sospechosos sigue con Mirta Olga Contreras que tiene a su nombre un BMW Z4 de más de $600.000 y un inmueble en Thames 2118 de la ciudad de Buenos Aires. La justicia se pregunta cómo hizo para comprarlos y Contreras todavía no pudo dar respuesta.

En el caso de Raúl Edgardo Oyola está bajo sospecha la compra de un Chrysler asentado en San Luis, que tiene una deuda de patentes en esa provincia de $21.000.

Cierran la lista, Ignacio Javier Rodríguez y Ezequiel Ferrari Reinoso.

El de Rodríguez es un caso particular. Pese a no tener ingresos como comerciante o como empleado en relación de dependencia pudo darse algunos gustos. Sorprende a los investigadores que se haya comprado una camioneta Mitsubishi L200 valuada en más de $450.000 y un Volkswagen Voyage 2014 de más de $200.000. Rodríguez a diferencia de muchos en la lista, se mantiene al día con el pago de patentes. También figuran entre los bienes sospechados de pertenecer a Suris los inmuebles de Pasaje Ranqueles 885 y de Balboa 2839, de Bahía Blanca.

Ferrari, es uno de los personajes más conocidos del listado. Estuvo preso junto a Suris, acusado de formar parte de una banda dedicada a la venta de drogas y ahora deberá enfrentar nuevamente un juicio oral por ese tema. Ferrari admitió en la justicia que era una especie de “cadete de confianza” de Suris. Dijo que su principal tarea era el cobro de cheques en bancos y financieras. La fiscalía sospecha que el vehículo que compró y registró en bahía fue adquirido con dinero de algunas de las actividades ilícitas que le imputan a Suris.

Estas personas sospechadas de ser testaferros de Suris y Nicolás Ibarra Gutierrez, Flavio Rodrigo Carrano, Eduardo Suris, Juan Pipkin y Domingo Tomás Goenaga deberían presentarse a declarar, acusados del delito de lavado de activos.

 

Esta entrada ha sido publicada el 22 de noviembre, 2016 20:27

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