Quiénes son los dos prófugos de la Banda de las pastillas

No aparecen. No estaban en el boliche ni en sus casas. A un mes de los allanamientos por la Banda e las pastillas siguen escapando de la justicia.

Son dos de los primeros investigados en la causa de la Banda de las pastillas. Sobre ellos se había iniciado una investigación de la Policía Federal en 2014. Luego esa causa se unió a la investigación de la Prefectura que terminó con 6 detenidos.

Los grandes ausentes, hasta el momento son Facundo Francisco y Maximiliano Ezequiel Borja. Ambos se movían en la noche con mucha comodidad. Estaban bajo la lupa de la justicia por el movimiento de droga en los boliches.  Al principio en baja escala, pero después empezaron a aparecer otros actores y allí el negocio creció y viró hacia las drogas sintéticas, según los seguimientos de las fuerzas federales.

Francisco y Borja comenzaron a hacer “negocios” con Francisco Salazar, que en el ambiente de la noche se lo conoce como “Pinino”. Y Al poco tiempo se sumó Guido Gentili y sus amigos de las fiestas electrónicas. Aparecieron ellos y apareció el éxtasis y otras pastillas.

Cuando se sella esa relación, también se unen las investigaciones. Para la justicia ya no eran casos aislados de venta de drogas. Ahora estaban organizados y todos cumplían una función muy clara en la organización narco.

Según el trabajo de los investigadores, Gentili y Salazar coordinaban todo. Además sospechan que Gentili se encargaba de conseguir las pastillas de éxtasis en Buenos Aires.

Danilo Acosta también aportaba lo suyo. En su casa se encontró ketamil, el elemento necesario para la fabricación de la ketamina que se vendía en las fiestas electrónicas.

Javier Selvaggio se encargaba de la música en el boliche, alquilar el local y parte de la promoción de las fiestas. Mariano Trellini colaboraba de cerca con él. Lo ayudaba en la promoción y era el que pagaba el alquiler de la disco. Matías Cragno también era uno de los administradores del grupo creado en Facebook para promocionar las fiestas.