Intervenciones mal realizadas, atención deficiente, infecciones hospitalarias, retrasos en ambulancias, son algunas de las cosas que día a día se escuchan en los pasillos de los hospitales. En Bahía Blanca, la situación no es diferente, y creen que la principal razón se debe al error de diagnóstico y a la pérdida de oportunidad terapéutica como consecuencia de la falta de medios por los recortes sanitarios.
Muchas familias han perdido a sus hijos, en los últimos años, por no haber tenido la respuesta a tiempo y la atención correcta y profesional que podría haberles salvado la vida. En muchos casos se minimizaron los casos, y se terminó en lo peor. El informe de Día Siete muestra el testimonio desgarrador de tres familias, la de Carolina Arcuri que tenía 12 años, la de Enzo Flores que tenía 5 y Luca Malaspina que murió con 3 años.
El tiempo se detuvo para siempre en estas familias, ya nada será igual. La pérdida de un hijo les cambió la vida para siempre.