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Un anticuarentena se quejó en redes por el “efecto secundario” de la Sputnik V: “Le pusieron la vacuna a mi vieja y ahora está imantada”

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Aunque nos encantaría hacer una nota sobre las aventuras de la señora como heroína o justiciera, lo cierto es que la vacunas no generan atracción magnética… Las teorías conspirativas y la desinformación.

En una nueva manifestación en contra de la cuarentena, en Rosario, un hombre amenazó a una periodista local y tiró una insólita denuncia contra la vacuna Sputnik V que lo convirtió en viral: la acusó de generar magnetismo. La marcha había sido organizada por un grupo denominado “Médicos por la verdad”. Parece un chiste pero no lo es.

“Se la pusieron a mi vieja, que no tiene información de lo que tiene. Le puse un imán y le quedó pegado en el brazo… ¡la vacuna tiene imán, nadie se da cuenta de eso!”, afirmó el manifestante a los gritos.

Lo cierto es que aunque parezca novedoso, el tema de las “vacunas imantadas” o con 5G, para que Bill Gates nos controle (!), no es nuevo: es una teoría conspirativa que se sigue difundiendo y que, desgraciadamente, no es cierta. ¡Nos encantaría tener anticuerpos contra el Covid-19 y conectividad inalámbrica para no depender de la conexión de datos o magnetismo!

Mientras nosotros pensamos el nombre de superheroína para esta mujer (nuestra primeras opciones son “imán-Woman” o “la chica magnetismo”), en las redes muchos compartieron memes sobre la insólita teoría del señor anticuarentena (o según algunos tuiteros, con los que podemos o no coincidir, uno de muchos “covidiotas” que parecen no entender que vivimos una pandemia).

¿Nuestro meme preferido? El de “el joven manos de vacunas”.

Y si hablamos de superpoderes y magnetismo, no podía faltar él, el villano de los X-Men, Magneto.

Teorías conspirativa y desinformación

Varios videos en los que se asegura que tras recibir una vacuna contra el Covid-19 el sitio de la inyección queda magnetizado fueron compartidos miles de veces en redes sociales. De acuerdo con las publicaciones, esto se debería a que las vacunas contienen microchips, metales pesados o incluso un “dispositivo rastreador”.

Pero todas las afirmaciones son falsas. El objetivo de las vacunas es generar una respuesta inmunológica contra el coronavirus y estas no contienen ningún componente capaz de producir una atracción magnética.

“Estoy con una paciente que ha sido vacunada con la vacuna AstraZeneca. Justo tenía un imán acá en el consultorio y estoy haciendo la prueba de que el imán sí se pega en el lugar donde ella recibió la vacuna”, se escucha en una de las secuencias que circulan por redes sociales y grupos de WhatsApp.

“No. Recibir una vacuna contra el Covid-19 no puede hacer que tu brazo se magnetice. Se trata de un engaño simple y llano”, dijo el doctor Stephen Schrantz, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Medicina de Chicago.

“No hay absolutamente ninguna forma de que una vacuna pueda provocar la reacción que se muestra en estos videos”, agregó.

Teorías acerca de “componentes” sospechosos o secretos en las inmunizaciones contra el Covid-19 comenzaron a circular meses antes de la aprobación de emergencia de las primeras vacunas, en diciembre de 2020. Sin embargo, sus composiciones no son secretas. Las de Pfizer, Moderna, AstraZeneca, Sputnik o Sinopharm, por dar algunos ejemplos, han sido publicados por autoridades sanitarias.

Thomas Hope, investigador de vacunas y profesor de biología celular y del desarrollo en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, le dijo a la agencia de noticias AFP: “No hay nada en las vacunas con lo que un imán pueda interactuar; hay proteínas, lípidos, sales, agua y sustancias químicas que mantienen el pH. Eso es básicamente todo, así que (lo mostrado en los videos) no es posible”.

Con él coincide el doctor Nicolás Torres, del Laboratorio de Inmunopatología del IBYME-CONICET, Argentina: “Lo que muestra el video ni siquiera es científico”, le dijo a AFP Factual, especializados en chequeo de datos. “En las vacunas hay material genético, proteínas, algún azúcar. Y ninguna de estas moléculas tiene propiedades magnéticas fuertes como para pegar un imán”, agregó.

Hope precisó que incluso si las vacunas tuvieran trazas de una sustancia metálica, “tendrían que colocar una pieza de metal bastante sustancial debajo de la piel para que los imanes se adhieran”, y agregó que eso es imposible de administrar a través de una aguja.

Fuente: TN

Esta entrada ha sido publicada el 26 de mayo, 2021 10:29

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