En el país ya las usan más de 6,5 millones de personas. Claves para operar de manera rápida y segura.
Los pagos digitales venían creciendo en la Argentina, pero con la pandemia del coronavirus, para evitar el intercambio de billetes o tarjetas físicas, su uso creció. La Cámara Argentina de Fintech reportó que hay más de 6.500.000 usuarios de billeteras virtuales en el país. Además, se espera que para fines de 2020 lleguen a entre 10 y 15 millones.
En el caso de las billeteras móviles, este medio de pago tuvo un primer impulso el año pasado, cuando 6 de cada 10 argentinos declaraban usar e-wallets para realizar alguna transacción. Por ese entonces su uso se limitaba principalmente a funciones como pago de servicios y recarga de celular o de SUBE. La falta de costumbre y la desconfianza persistían como fuertes barreras para algo más generalizado.
Las billeteras digitales tienen diversas ventajas, tanto para individuos como para comercios. En el primer caso, brindan disponibilidad de dinero, financiamiento, inversiones y beneficios de forma inmediata, así como permiten efectuar compras, pagos o transferencias de manera simple e instantánea, incluso en el exterior.
A los comercios les permite brindar alternativas de cobro electrónico a menor costo de comisión y con menos gasto en aparatos y hardware, así como estar en regla con la normativa que establece la obligatoriedad de aceptar tarjetas de débito. Asimismo, reciben el dinero de forma inmediata y se constituyen como un canal para más clientes que contribuye a incrementar o mantener las ventas. Así como es más redituable que cobrar con tarjetas, les evita tener que instalar una terminal lectora de tarjetas, ya que solo se imprime o muestra el código QR desde un smartphone o tablet.
Desde la implementación del aislamiento social preventivo y obligatorio determinado por el Gobierno nacional las personas multiplicaron el uso de este tipo de plataformas en un rango de entre 120 y 800%. Y la tendencia se mantendría.
Entre las opciones de inclusión bancaria y financiera más tangible, se tiene Cuenta DNI, desarrollada por Veritran, en alianza con Red Link y Banco Provincia. Ya tuvo más de 500 mil descargas facilitando el acceso digital a pago de haberes, AUH, jubilaciones, y transacciones habituales.
“Estas aplicaciones, una relevante herramienta de inclusión financiera, permiten en pocos pasos enviar y recibir dinero, hacer compras, pedir un crédito, pagar servicios y recibir beneficios, entre otras funciones. Conocidas también como billeteras virtuales, electrónicas, móvil o incluso dinero móvil, mediante el pago con código QR posibilita acelerar los tiempos de pago en los comercios y minimizar la necesidad de plásticos”, explica Ernesto Kiszkurno, socio de la consultora Practia.
Según un informe de Kantar, 76% de los consumidores que prefieren medios de pago electrónicos refieren que seguirán usando esta forma de pago en lugar de volver al efectivo cuando la situación se normalice.
Claves de las billeteras virtuales
Facilidad: todo el proceso -desde su descarga, primeros pasos, toma de datos, apertura de cuentas, realización de operaciones, visualización de historial, etc.- debe ser simple para el usuario. La función básica de la billetera virtual es simplificar el proceso de pago entre personas (personas físicas, comercios, instituciones, etc.)
Seguridad: las personas registran sus datos y mueven su dinero por medio de estas aplicaciones, por lo que las mismas deben ofrecer seguridad, sobre todo, en el momento que el usuario hace el onboarding, es decir, cuando se da de alta generando su cuenta en la billetera virtual.
Tecnología: una billetera virtual debe permitirle al usuario hacer el 100% de sus movimientos dentro de la aplicación, sin redirigirlo a sitios web para continuar o finalizar un proceso.
Velocidad: el proceso de onboarding no debería demorar más de unos minutos. El usuario debe poder operar al instante, desde el mismo momento en que abre una cuenta. Esta cuenta le asigna un CVU (Clave Virtual Uniforme) o un CBU (Clave Bancaria Uniforme) dependiendo de quien la asigne: un Proveedor de Servicio de Pago (PSP) o un banco. Además, las transferencias y operaciones entre cuentas deben ser en tiempo real, con acreditación inmediata.
Funcionalidad: deben permitirle a la persona realizar la mayor cantidad de operaciones posibles: pagos en comercios, pago de servicios, carga de tarjeta SUBE, transferencias entre usuarios de la misma billetera virtual o de otros bancos. Todo esto de manera directa y sin muchos intermediarios.
Transparencia: el usuario debe tener todo el tiempo a la vista el 100% de su saldo, es decir, debe poder ver el estado de su cuenta y tener su dinero disponible en todo momento para hacer la operación que necesite.
“Obtener una billetera virtual es un proceso que debe ser simple, rápido y eficiente aunque en la mayoría de los casos estas condiciones no se cumplen. Dado que es una tecnología que se viene usando con éxito en otros países del mundo, está en auge ahora a nivel local y será la base del futuro de las transacciones comerciales a nivel mundial, es importante saber qué condiciones debe reunir para poder operar con seguridad y tranquilidad”, explicó Laura Iglesias, CEO de Evolution Invest, empresa que armó la guía para elegir tu próxima billetera virtual.