Se llama Micaela Beloqui, es bahiense y hace años vive en Mar del Plata. Llega a muchos de sus alumnos vía internet, con una cuenta de youtube donde enseña matemática.
Micaela, como toda docente,hacía un seguimiento de sus alumnos de la escuelita donde da clase, una institución humilde, donde se intenta el contacto y la ayuda al alumno y sus familias.
En este marco de virtualidad, la docente advirtió que uno de sus chicos, no respondía sus mensajes, ni cumplía con la tarea.
Hasta que obviamente, la intención fue más allá y descubrió que este joven de 16 años, vive junto a su hermana de la misma edad, en una casa muy precaria en la localidad.
Piso de tierra, cocinan en una parrilla afuera y esa realidad, escapó a todo tipo de problema de matemática.
Micaela puso manos a la obra y con ayuda del directivo de la institución decidieron hacer viral este pedido.
Fue tan movilizante,que personas de distintas partes del país, colaboran para cambiarle la realidad a este joven.
Un ejemplo de lo que los docentes realizan a diario, “no solo es un problema de matemáticas, es un problema social y es nuestro deber intentar mejorar aunque sea un poquito la realidad del alumno”.
En tiempos de pandemia, donde las redes de comunicación se han vuelto indispensables, donde se pone en la mesa, lamentablemente, la desigualdad social de todos los chicos a la hora de estudiar, éste es un gran ejemplo de vocación del docente argentino.
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Esta entrada ha sido publicada el 29 de julio, 2020 12:32
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