Laura Guajardo es jubilada, tiene 64 años y padece de un problema en la cadera.

Hace unos días, su sobrina, quien esperaba noticias sobre el beneficio del gobierno, recibió un llamado de un supuesto empleado de ANSES, quien le pedía, para poder depositarle el dinero, dos cuentas bancarias.

La joven, solicitó la ayuda de Laura y de un cuñado. Horas más tarde se dan cuenta que era una estafa, que no solo no habían depositado nada, sino que además, le habían sacado dinero de las dos cuentas bancarias.

Laura, angustiada porque solo cobra la mínima, recurrió al banco, donde notificó lo ocurrido y allí también le avisaron, que los estafadores le habían sacado un préstamo por 69 mil pesos y a la otra persona, de más de 100 mil pesos.

La mujer, está muy angustiada, ya que nunca había recurrido a una ayuda bancaria y recién lo iba hacer, pasada la cuarentena, para poder operarse y mejorar su calidad de vida.