Psicosis, manía, depresión y fatiga son algunos daños a largo plazo que podría dejar el COVID-19, señalan investigadores británicos. Advierten también que, en última instancia, podrían surgir epidemias duraderas de fatiga crónica y depresión, incluso entre las personas más jóvenes que superaron alguna forma leve de coronavirus.
Tal es la preocupación que en el Reino Unido buscan supervisar estos casos con el CoroNerve. Es un Programa Nacional de Vigilancia de complicaciones neurológicas de COVID-19. Para llevarlo a cabo, se unieron la Asociación de Neurólogos Británicos y el Colegio Real de Psiquiatras.
Hasta ahora, el CoroNerve recopiló estudios de casos de más de 150 adultos británicos con síntomas que reflejan estos problemas emergentes. Un paciente de cada tres, presentó trastornos del estado de ánimo y confusión.
Son números significativos que muestran evidencia de una inflamación cerebral dañina, aseguran los investigadores.
En un estudio aún por publicar, que ya se difundió el mes pasado en la revista electrónica de la Red de Investigación en Ciencias Sociales, SSRN, los miembros de CoroNerve informaron de que, por ejemplo, diez pacientes desarrollaron psicosis, seis tenían síntomas similares a la demencia y cuatro tenían trastornos del estado de ánimo como la depresión.
“Estamos recibiendo informes clínicos de todo el Reino Unido de síntomas neurológicos inexplicables en pacientes con COVID-19. Estos van desde formas de encefalitis (inflamación cerebral) hasta psicosis y catatonia. Es un espectro bastante amplio “, afirmó el doctor Benedict Michael, neurólogo consultor de la Universidad de Liverpool, que lidera la iniciativa CoroNerve.
Parte del daño parece ser causado por el sistema inmunitario de los pacientes que presentan reacciones inflamatorias dañinas en el cerebro y sus nervios.
Otros estudios, una misma conclusión
A mediados de marzo, Alessandro Pezzini, profesor asociado de neurología en la Universidad de Brescia, Italia, abrió una unidad especial de neurología para pacientes COVID-19 que también estaban experimentando delirio, convulsiones y encefalitis.
A nivel mundial, el síntoma neurológico más común reportado por los pacientes con coronavirus fue la pérdida o distorsión en el olor y el gusto.
Serena Spudich, profesora de neurología y especialista en infecciones de la Universidad de Yale, en los Estados Unidos, escribió: “Si el virus ha infectado el tejido cerebral, la pregunta es, ¿podría esta propagación llegar a otras partes del cerebro y causar otros efectos neurológicos más graves?”.
La duda está planteada y los investigadores trabajan a medida que se registran más pruebas. “Necesitamos controlar a estos pacientes con el tiempo, ya que algunos de ellos pueden desarrollar deterioro cognitivo, niebla cerebral o enfermedad de Alzheimer en el futuro”, advierte el Majid Fotuhi, neurólogo de Johns Hopkins Medicine en Baltimore, Estados Unidos.
Fuente: TN