La escuela n°38 “Ricardo Raúl Alfonsín”, es la única institución argentina que pudo seguir con el ciclo lectivo normalmente, es decir, ha mantenido las clases tal como se plantearon al inicio del año escolar.
El establecimiento cuenta con cuatro aulas, sala de informática y biblioteca, nivel inicial, nivel primario y nivel secundario. En total, son 14 alumnos: dos en el nivel inicial, siete alumnos en el nivel primario y cinco alumnos en nivel secundario.Los estudiantes son hijos de distintos matrimonios que hoy viven en la Base Antártica Esperanza.
La jornada en la Base Esperanza comienza temprano. A las 8 de la mañana suena la campana de la escuela para izar la bandera argentina, por lo que todos los alumnos deben llegar antes.
Dado el clima, todos suelen estar muy abrigados, y el mismo personal asegura que les toma entre 10 y 15 minutos sacarse la ropa de abrigo para poder estar cómodos durante el dictado de clases.
En los momentos de esparcimiento (y si el clima no es hostil), los chicos salen a pasear o se juntan a tomar mate; de lo contrario, se quedan en sus casas. Y si cae nieve, suelen hacer snowboard o “culipatín”.
Hasta el momento, en la Antártida no hay ningún caso registrado de coronavirus. Por ese motivo la vida puede seguir normalmente, aunque los vuelos están temporalmente suspendidos debido a la pandemia.
Docentes y directivos, les relatan y enseñan como se encuentra el territorio actualmente, ya que cuando regresen, la normalidad que conocían, ya no va a existir.