Uno de los rubros fuertemente golpeados desde que se inició la cuarentena son los centros de estética. Fueron los primeros en cerrar sus puertas, porque su trabajo requiere del contacto físico profesional – cliente.
Hoy están pidiendo ser incorporados a la flexibilización del aislamiento ya que se les hace muy difícil mantenerse en pie.
Sueldos de empleadas, préstamos e impuestos hacen imposible el subsistir de los mismos. “Nosotros, sino trabajamos, no generamos dinero…” aseguró Marcela Lezcano, propietaria de un centro de estética ubicado en el centro de nuestra ciudad.
Esta entrada ha sido publicada el 8 de mayo, 2020 17:20
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