La presidenta del Colegio de Odontólogos local, Kattia Vargas Terrone, aseguró que la cuarentena afectó terriblemente a la profesión y que se hace difícil continuar.
No pueden atender de forma habitual, solo las urgencias. Tienen gastos administrativos que las prepagas no están cubriendo.
“No nos consideran una profesión de riesgo, cuando lo somos porque trabajamos a pocos centímetros del paciente y el virus COVID-19 se aloja en saliva. Somos los primeros expuestos”, aseguró Vargas Terrone.
Por otra parte, algo que dificulta y mucho el desarrollo de la profesión es la falta de insumos o, en su defecto, el encarecimiento de los mismos.
“Se nos complica conseguir los materiales de bioseguridad que necesitamos para atender a los pacientes como corresponde ante esta pandemia. Los insumos han aumentado. Lamentablemente, ese costo hay que trasladarlo al paciente”